Comprender los diferentes grados de hemorroides es crucial para identificar el tratamiento más apropiado y aliviar los síntomas.
Asimismo, como paciente con problemas de hemorroides, estar informado sobre este tema puede ayudar a entender lo que puede estar pasando en tu cuerpo y acudir por atención médica de forma oportuna.
Las hemorroides, también conocidas como almorranas, son venas hinchadas en el recto o en la parte externa del ano, que pueden provocar molestias significativas.
Y a pesar de ser un tema que muchos evitan por pena, es esencial abordar esta condición que afecta a muchas personas, algún momento de sus vidas, para no dejar pasar más tiempo y atenderlas.
A continuación, abordamos la clasificación en grados de hemorroides, que, según los expertos, han definido, correspondientes al avance del problema, síntomas, características y localización:
Grado I: hemorroides internas no protruidas
Las hemorroides de grado I son internas y no se protruyen fuera del ano. Generalmente, el único síntoma es el sangrado sin dolor durante las evacuaciones intestinales, que se puede ver en el papel higiénico o en el inodoro.
A menudo, las personas con este tipo de hemorroides no se dan cuenta de su condición hasta notar sangre.
La mejora en la dieta y el estilo de vida, como aumentar la ingesta de fibra y líquidos, suele ser suficiente para manejar esta etapa.
Grado II: hemorroides internas que protruyen y se retraen espontáneamente
Las hemorroides de grado II se extienden más allá del ano durante las evacuaciones intestinales, pero se retraen por sí solas una vez que la presión disminuye.
Pueden acompañarse de sangrado, picazón y molestias. La introducción de rutinas de ejercicio, además de los cambios dietéticos, puede ayudar significativamente.
En algunos casos, se pueden recomendar tratamientos mínimamente invasivos, como bandas elásticas o escleroterapia.
Grado III: hemorroides externas que requieren reposicionamiento manual
Este grado implica hemorroides que se protruyen fuera del ano durante las evacuaciones intestinales y deben ser empujadas hacia adentro manualmente.
Los síntomas incluyen dolor, sangrado e incomodidad, especialmente al sentarse. Los tratamientos para las hemorroides de grado III pueden incluir procedimientos más invasivos, como:
- Ligadura con bandas elásticas.
- Escleroterapia.
- Fotocoagulación infrarroja, para reducir el tamaño de las hemorroides.
Grado IV: hemorroides protruidas permanentemente
Las hemorroides de grado IV permanecen fuera del ano y no se pueden retraer. Son visiblemente hinchadas, a menudo muy dolorosas y pueden sangrar.
En esta etapa, los tratamientos conservadores raramente son efectivos, y generalmente se recomienda la cirugía de hemorroides.
La hemorroidectomía, que es la extirpación quirúrgica de las hemorroides, o la hemorroidopexia por grapas, que implica reposicionar y fijar las hemorroides en su lugar, son opciones comunes para tratarlas en este grado.
Manejo y prevención
Para todos los grados de hemorroides, mantener un estilo de vida saludable es fundamental. Esto incluye:
- Una dieta rica en fibra.
- Un adecuado consumo de líquidos.
- Ejercicio regular.
- Evitar el esfuerzo durante las evacuaciones intestinales.
- No permanecer sentado en el inodoro por períodos prolongados.
Las hemorroides, aunque incómodas y a menudo dolorosas, son tratables. La clave para un manejo efectivo es la detección temprana.
Así como también, la implementación de cambios en el estilo de vida, junto con tratamientos médicos apropiados para el grado específico de hemorroides que se padece.
Si sospechas que tienes hemorroides, consulta a un médico para obtener un diagnóstico y plan de tratamiento personalizado.
Recordemos que hablar sobre esta condición común es el primer paso para superar el estigma y buscar la ayuda necesaria.
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